Tartera de cerámica que captura la esencia del otoño en cada detalle.

Su superficie es de color blanco, que evoca la tranquilidad de una tarde otoñal. 

Lo que la destaca son las flores rojas que la adornan, como si fueran hojas caídas de los árboles en su máximo esplendor.

Estas flores, se despliegan en un patrón que recuerda a un jardín otoñal. Cada pétalo rojo tiene matices de naranja, creando una sensación de profundidad y movimiento. Las hojas marrones que acompañan a las flores añaden un contraste perfecto, evocando la belleza de la naturaleza en su transición hacia el invierno.

Esta tartera no solo guarda tus tartas y pasteles con cariño, sino que también añade un toque de calidez y elegancia a cualquier ocasión.